Cáncer es un término usado para referirse a enfermedades en las que células anormales se dividen sucesivamente y sin control.Con frecuencia estas células acaban invadiendo tejidos cercanos. Las células cancerosas pueden transportarse a otras partes del cuerpo a través del sistema sanguíneo y linfático.
El cáncer no es solo una enfermedad sino muchas enfermedades. Hay más de 100 tipos diferentes de cáncer. La mayoría de los cánceres toman el nombre del órgano o de las células en donde empiezan.
Cáncer significa cangrejo ya que Galeno, un médico griego, encontraba un parecido con las patas de los cangrejos ya que esta enfermedad se extiende formando unas ramas parecidas a las patas de este crustáceo. Durante muchos años se pensaba que toda persona que tuviese cáncer acababa por morir. Sucesivos descubrimientos de fármacos, tratamientos, cirugía... han conseguido obtener notables resultados en la lucha contra esta enfermedad que tantas vidas se ha llevado.
Todas las células cancerosas proceden de una única célula madre, la acumulación de estas células cancerosas recibe el nombre de tumor. El cáncer puede originarse a partir de cualquier tipo de célula en cualquier tejido corporal.
Los tipos de cáncer se pueden agrupar en categorías más amplias. Las categorías principales de cáncer son:
- Carcinoma: cáncer que empieza en la piel o en tejidos que revisten o cubren los órganos internos.
- Sarcoma: cáncer que empieza en hueso, en cartílago, grasa, músculo, vasos sanguíneos u otro tejido conjuntivo o de sostén.
- Leucemia: cáncer que empieza en el tejido en el que se forma la sangre, como la médula ósea, y causa que se produzcan grandes cantidades de células sanguíneas anormales y que entren en la sangre.
- Linfoma y mieloma: cánceres que empiezan en las células del sistema inmunitario.
- Cánceres del sistema nervioso central: cánceres que empiezan en los tejidos del cerebro y de la médula espinal.
No todos los tumores son cancerosos, puede haber:
Los tumores benignos no son cancerosos. Pueden extirparse y, en la mayoría de los casos, no vuelven a aparecer. Las células de los tumores benignos no se diseminan a otras partes del cuerpo.
Los tumores malignos son cancerosos. Las células de estos tumores pueden invadir tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina de una parte del cuerpo a otra, esto se llama metástasis.
Algunos cánceres no forman tumores. Por ejemplo, la leucemia es un cáncer de la médula ósea y de la sangre.
El desarrollo del cáncer sigue una serie de fases:
Metaplasia
Así el proceso comienza con una etapa de iniciación, en la que una célula normal sufre una mutación genética que altera sus características.
Hiperplasia
Después de esta fase inicial sigue un período de hiperplasia, en donde la célula alterada y su progenie conservan su apariencia normal pero se reproducen en exceso.
Displasia
Al cabo de los años, una de estas células sufre otra mutación que le mina, todavía más, el control del crecimiento celular, reproduciéndose aún más. El proceso continúa evolucionando de tal manera que además de una proliferación de manera desmesurada, la progenie de esta célula presenta un aspecto anormal en su morfología.
Cáncer in situ
De nuevo, y al cabo del tiempo estas células pueden desarrollar anomalías crecientes en su desarrollo y aspecto, y es entonces cuando empezamos a hablar de cáncer. Si el tumor no ha traspasado aún ninguna barrera para invadir otro tejido, se habla de un cáncer in situ o cáncer localizado.
Cáncer invasivo
El tumor puede permanecer localizado indefinidamente, sin embargo algunas células pueden sufrir nuevas mutaciones y el tumor localizado puede ir adquiriendo todavía más rasgos malignos que le facilitan la capacidad invasiva del tejido circundante y la entrada de las células en el torrente sanguíneo o en la linfa, calificamos entonces la masa tumoral como maligna. Así, las células invasoras pueden iniciar nuevos tumores en otras partes del cuerpo (metástasis), que pueden ser letales si afectan a un órgano vital y nos encontramos en ante un cáncer invasivo.
El tumor puede permanecer localizado indefinidamente, sin embargo algunas células pueden sufrir nuevas mutaciones y el tumor localizado puede ir adquiriendo todavía más rasgos malignos que le facilitan la capacidad invasiva del tejido circundante y la entrada de las células en el torrente sanguíneo o en la linfa, calificamos entonces la masa tumoral como maligna. Así, las células invasoras pueden iniciar nuevos tumores en otras partes del cuerpo (metástasis), que pueden ser letales si afectan a un órgano vital y nos encontramos en ante un cáncer invasivo.
El cáncer tiene varios métodos de tratamiento, entre ellos cabe destacar la quimioterapia. La quimioterapia se basa básicamente en la administración de sustancias químicas o fármacos. Hay varios tipos de quimioterapia los cuales explicaré a continuación:
Poliquimioterapia
Empleo de varios medicamentos diferentes, semejantes y dotados de propiedades farmacológicas idénticas, pero los cuales son administrados en pequeñas dosis. Los accidentes terapéuticos se evitan por la poca cantidad de cada dosis, mientras que el efecto curativo por así llamarlo se logra por la importancia de la cantidad total que se absorbe.
Quimioterapia adyuvante
Es la quimioterapia que se administra generalmente después de un tratamiento principal como es la cirugía.
Quimioterapia neoadyuvante
Es la quimioterapia que se administra previa a la cirugía fundamentalmente en:
Tumores localmente avanzados, es decir, que por su tamaño o por sus características no son operables de entrada.
Radioquimioterapia concomitante